viernes, 21 de marzo de 2014

Pavimento de hormigón

Aquí podéis ver imágenes de una de las últimas obras húmedas de cierta envergadura que he realizado últimamente con la ayuda de familiares en calidad de peones, salvo uno de ellos, que trabaja en el sector de la construcción y con quién he compartido la dirección de la "obra" y de quien he aprendido, como en otras ocasiones. 

Empezaremos por el "antes de". Ésta es la zona delantera de la casa sobre la que queremos echar el suelo de hormigón para mayor limpieza.


El primer paso es el replanteo de la zona a hormigonar, así como la disposición de las reglas. Previamente colocamos los mallazos que pasan por debajo de las reglas. Se respeta la pendiente del terreno de arriba a abajo y tanto desde la izquierda como desde la derecha se vierte al centro, donde se sitúa la regla más baja. Las reglas no solo van apoyadas, sino atadas con alambres para que queden inmovilizadas ya que utilizaremos una regla vibradora.


Una vez que está todo preparado, ya podemos empezar a echar el hormigón. Las reglas están puestas de tal forma que el camión pueda llegar hasta la parte más alta, desde donde empezaremos a extenderlo, por este motivo las reglas de un extremo no podemos colocarlas hasta el último momento, como se observa en la foto anterior. En las zonas en las que el grosor de hormigón es excesivo se vierte grava para ahorrar hormigón. Las siguientes fotos están tomadas en el único momento que da tiempo a respirar, y no mucho, mientras el camión va a por el hormigón restante. Momento en el cual aprovecho para retocar las zonas que tengan algún defecto o no haya quedado del todo bien con el paso de la regla vibradora. 

La regla vibradora, no es más que un vibrador de aguja acoplado a 
dos reglas dispuestas en paralelo (para tener estabilidad) y 
separadas unos 15-20 cm)

Luego continuamos echando hormigón y entre tanto se iban quitando las reglas del centro para rellenar el hueco que dejaban de hormigón sin que pierda la uniformidad. Esta última parte apenas la recuerdo ya que pasó muy rápido, con el estrés de echar el hormigón, mientras la primera parte ya estaba muy dura y todavía quedaban pequeños remates. En la parte de abajo, con el hormigón que sobró se echó el resto para conformar una rampa, sobre la que luego se echaría tierra para igualar. En la misma mañana, y antes de comer se da por finalizado, ya no hay margen de mejora y por la tarde comienza la maratón de riegos durante 2-3 semanas para ayudar al fraguado.




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